lA CUEVA DEL DIABLO:
El niño se alivia rápidamente.
el señor juan acepto ir con el vecino, llegaron a su casa, ya estaba listo.. ya habían todas las cosas que se necesitaba, aparte estaban otros señores que había invitado el papa del niño enfermo, se sentaron un rato platicar, y esperar a que dieran las 11 de la noche para poder estar en la cueva, a las 12 de la media noche, mientras tanto se tomaban un vaso de atole acompañado con un rico pan, hasta que dieron las 11, se dieron marcha hacia la cueva, en total eran 5 señores, que ivan ahi, para llegar a la cueva primero tienen que cruzar un río, todo estaba tranquilo, era una hermosa noche, bueno llegaron a la cueva, pasando unos 40 minutos, comenzaron a poner la ofrenda, en la parte central de la cueva, comenzaron a rezar en de la ofrenda, dice el señor que ya se sentía otra energía mas pesada, cuando iban en la mitad del rezo escucharon una voz adentro de la cueva, decía, pasen aquí adentro a visitarme, los señores ignoraron todo eso y siguieron rezando, ya al termino del rezo, el señor Juan, decidio asomarse, en el fondo de la cueva, alumbro con su para ver si estaba alguien ahi, grande fue su sorpresa que al enfocar la luz de la lampara sobre una piedra, vio la sombra de un humano que estaba en perfil, pero tenia cuernos, se imagino luego que era el mismo diablo, sin pensarlo se regreso rápidamente donde estaban los demás señores, no les dijo nada, de lo que había visto. Los otros señores le preguntaron que que tenia, porque se notaba nervioso, el les dijo que no no había visto nada.. ya habían puesto la ofrenda todo bien, así que decidieron regresarse. Al llegar a la casa del señor del hijo enfermo.
Ellos fueron avisir la cueva de diablo por que su hijo estaba enfermo y aun señor se le aparecio la sombra de un hombre con cuernos y cola y era muy feo entonces el salio corriendo y no le contó lo que había visto.
El espanto del pueblo
Leyenda.
Por el año de 1800 recién fundado el pueblo de Chitagá, no había párroco. El padre que administraba las parroquias de Cácota y Chitagá, acostumbraba rezar el rosario en forma solemne y piadosa, la gente del pueblo dejó de asistir al rosario porque se les aparecía un espanto.
Para solucionar el problema el padre invitó a unas personas para ir al pie de la montaña llevando una capa negra y el Santo Cristo bendito, rezando hasta llegar allí. Una vez llegados al lugar indicado, el padre ordenó a todos que miraran par atrás y pronunció estas palabras "Alma perdida, te condeno a ahuyentarte del pueblo y dejar la gente en paz, por cuarenta años, hacia las montañas del Quemado... Donde no haya latido de perro y cantar de gallo, ni llanto de niño".
Tradición oral: Ildefonso Solano Villamiza
Pues que era un pueblo donde habia un espanto y las personas llano asistian a el santo rosario por miedo a ese espanto.
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